lunes, 29 de junio de 2015

Charles de Gaulle

Charles de Gaulle
Charles André Joseph Marie de Gaulle nació en Lille, el 22 de noviembre de 1890, y falleció en Colombey-les-Deux-Églises, el 9 de noviembre de 1970. Fue un militar, político y escritor francés, Presidente de la República Francesa de 1958 a 1969, inspirador del gaullismo, promotor de la reconciliación franco-alemana y una de las figuras influyentes en la historia del proceso de construcción de la Unión Europea.

Con el rango de capitán combatió en la Primera Guerra Mundial, siendo apresado y herido en varias ocasiones. Durante el período de entreguerras ejerció diversos cargos militares, en particular el de secretario del Consejo de Defensa Nacional (1937–1940), bajo el mando del mariscal Pétain. Ante la rendición de su país frente a los invasores alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, fundó en su exilio en Londres el movimiento «Francia Libre» en contra del gobierno de Vichy y prosiguió la lucha desde las colonias y apoyando la Resistencia interior. Tras la liberación de Francia, encabezó el gobierno provisional de la República hasta 1946.

En 1958 llegó a la presidencia de la República y durante su mandato tuvo que hacer frente a la resolución de la guerra argelina, la renovación del sistema político con la instauración de la V República, la impulsión del proyecto europeo o el movimiento social de mayo de 1968, hasta su dimisión en 1969.

En 1921 se casó con Yvonne Vendroux, y fue padre de tres hijos: Philippe (París, 1921), Élisabeth (París, 1924-2013) y Anne (1928-1948).

Primera Guerra Mundial

Teniente al principio de la Primera Guerra Mundial, es ascendido al grado de capitán. Herido en su bautismo de fuego en Dinant el 15 de agosto de 1914, se une al 33.er Regimiento de Infantería en el frente de Champagne para dirigir la 7.ª compañía. Le hieren de nuevo el 10 de marzo de 1915, en la Batalla del Somme. Decidido a luchar, desobedece a sus superiores atacando las trincheras enemigas. Este acto le costó una suspensión de ocho días en sus funciones. Oficial minucioso, voluntarioso y testarudo, su inteligencia y su valor le distinguen hasta el punto de que el comandante del 33º Regimiento de Infantería le ofrece ser su adjunto.

El 2 de marzo de 1916, su regimiento es atacado y casi destruido defendiendo el pueblo de Douaumont, cerca de Verdún. Su compañía se ve mermada tras un combate sin piedad y los supervivientes rodeados. Intenta entonces traspasar las líneas enemigas, pero por tercera vez le hieren gravemente con una bayoneta. Se ve obligado a rendirse a las tropas alemanas que, después de curarle, lo internan.

Tras un intento de evasión fallido, es trasladado al fuerte de Ingolstadt, en Baviera, un campo de concentración destinado a los oficiales inquietos. Un «lamentable exilio» fueron las palabras con las que describió a su madre su suerte. En este período traba amistad con otro prisionero, Mijaíl Tujachevsky, quien se convertiría en uno de los más importantes generales soviéticos. Para no aburrirse, de Gaulle organiza para sus compañeros cautivos ponencias sobre el estado de la guerra. Pero, sobre todo, intenta la evasión cinco veces, sin éxito, ya que su gran estatura le hace demasiado visible. Es liberado después del armisticio. De sus dos años y medio de cautiverio guardará un recuerdo amargo, considerándose un «revenant», un soldado inútil que no ha servido para nada.

Segunda Guerra Mundial

Entre 1932 y 1937, durante el período de entreguerras, De Gaulle fue destinado a la Secretaría General de la Defensa Nacional, donde pudo conocer la política francesa de defensa nacional, con la cual estuvo permanentemente en desacuerdo, pues consideraba que los ejércitos modernos, y Francia debía tener uno, avanzaban hacia los grandes cuerpos motorizados, hacia los tanques y hacia la aviación, cosa que Francia no apreciaba, creyendo los mandos militares franceses que el modelo de la guerra futura sería similar a la Primera Guerra Mundial, por lo que su táctica defensiva se fundaba en fortificaciones como la Línea Maginot.

Para exponer sus ideas De Gaulle escribió el libro L'armée de metier en 1935, por ello adquirió gran notoriedad, pero eso le trajo formidables enemigos y detractores que le acusaron de "promover la guerra con Alemania" o que desestimaron sus opiniones como absurdas. Precisamente el mariscal Philippe Pétain era uno de los jefes militares que más dudaba de las ideas planteadas por De Gaulle.

Durante la invasión de Francia, en 1940, trató de convencer al Gobierno de que abandonara Francia y se estableciera en la colonia de Argelia, desde donde se recuperaría Francia y se mantendría libre del deshonor de un armisticio. Al caer el gobierno de Paul Reynaud y establecerse el régimen de Pétain, su antiguo jefe, y con el apoyo de Pierre Laval, conoció que las nuevas autoridades no continuarían la guerra contra el Tercer Reich y por el contrario planearían la rendición francesa.

Al ser inminente la rendición de Francia, De Gaulle abandonó el país el 16 de junio de 1940 y partió a Gran Bretaña, desde donde asumió el mando de la Francia Libre o Francia Combatiente hasta el triunfo de los aliados, apoyándose en su Llamamiento del 18 de junio de 1940.

Durante estos años escribió el libro L'Appel (1940, 1941 y 1942), donde expone su visión de la guerra: la enorme tragedia de la ocupación, el espíritu derrotista, la entrega al enemigo, el llamamiento a no claudicar desde Londres, la organización de la Francia Libre, la lucha por la dignidad de ésta en defensa de toda Francia y las aportaciones que estos franceses prestaron a los aliados, que permitieron a Francia ocupar con dignidad un lugar entre los vencedores, mediante la organización de fuerzas armadas que participasen en combates decisivos contra la Wehrmacht.

Se convirtió en el jefe militar más visible de la Francia liberada y, gracias a este prestigio presidió hasta 1946 el Gobierno Provisional de Francia.

V República

Tras un largo período alejado de la vida pública, vuelve a la arena política para solucionar el enquistado problema de Argelia, colonia francesa que quería independizarse, y la endémica inestabilidad política de la IV República.

Francia, al borde de la guerra civil por las tensiones entre el gobierno central, desunido y desorganizado, y un grupo de ultraderecha, pro-colonos de Argelia, denominado Organisation de l'Armée Secrète (OAS) que exigía la represión lisa y llana del movimiento independentista argelino de Ahmed Ben Bella, y con serios desequilibrios financieros heredados de esa situación, recurrió a él momentos antes de que estallara un golpe de Estado contra el último primer ministro Pierre Pflimlin. De Gaulle asumió el cargo enseguida (1 de junio de 1958), logró del presidente Coty y de la Asamblea General plenos poderes y procedió a la creación de la V República, aprobada masivamente en un referéndum ese mismo año. Al año siguiente, De Gaulle obtendría la presidencia venciendo con el 78 % de los votos al comunista Georges Marrane, que apenas logró el 13 %, y el 9 % el independiente André Châtelet. Aprovechando el impulso obtenido favoreció la creación de un movimiento (no quiso que se llamara partido) alrededor de su figura, la Unión por la Nueva República (UNR).

Creando así la ideología del Gaullismo  de tipo tercerposicionista con toques de conservadurismo.
Esta etapa se caracteriza por su firme oposición a los Estados Unidos, mediante una reafirmación de la soberanía francesa que se plasmará en la salida de las estructuras militares integradas de la OTAN (a la que volvería Francia más tarde) y en la petición de conversión en oro de las reservas francesas de dólares, lo que provocó una crisis financiera mundial, que fue uno de los factores que obligaron a Nixon a suspender la convertibilidad del dólar en oro en agosto de 1971.

Finalmente, tras una sangrienta guerra no convencional (guerrillas, atentados...) Argelia se independiza en julio de 1962, poniendo punto final al problema más sangrante del Gobierno De Gaulle. Significó un giro radical en la política exterior francesa, que abandona veleidades coloniales pretéritas y centra sus miras en la construcción europea.

El 22 de enero de 1963, Alemania y Francia se reconcilian tras la firma por Charles de Gaulle y Konrad Adenauer del Tratado del Elíseo. Las disonancias con países vecinos por la construcción del Mercado Común Europeo hicieron mermar la popularidad de De Gaulle en el frente interno, que llegó afectada a las elecciones presidenciales de 1965. En ellas, De Gaulle no logró imponerse en la primera vuelta, ya que obtuvo el 44 % de los sufragios, 34 puntos menos que seis años antes. Ante tal situación, De Gaulle estuvo a punto de renunciar a su candidatura y retirarse de la política por lo que consideraba una reprobación, pero finalmente se presentó y venció con el 54 % ante el 46 % de la Federación de Izquierdas que encabezaba nuevamente Mitterrand.

En la etapa final de su Gobierno, se enfrentó a un recrudecimiento del conflicto social que derivará en el denominado «Mayo francés» (1968, una revuelta estudiantil y obrera que fuerza la caída del gabinete del primer ministro gaullista Georges Pompidou). Después de estos acontecimientos, De Gaulle convoca un referéndum sobre las regiones en Franciapara lograr mayor legitimidad, pero pierde. Derrotado, dimitirá y se retirará de la política. Murió de un aneurisma el 9 de noviembre de 1970, dejando sus memorias inconclusas.

De Gaulle dejó una impronta indeleble en la política francesa del pasado y presente siglo, pues buena parte de sus ideas están todavía presentes en la Francia actual, bajo la corriente del denominado «gaullismo». En su honor se cambió el nombre a la parisina plaza de «L'Étoile» (lugar en el que se sitúa el Arco de Triunfo de París) por plaza Charles de Gaulle.

Algunos vídeos sobre de Gaulle en Youtube

https://www.youtube.com/watch?v=tXbiTLzqZvQ
https://www.youtube.com/watch?v=c6LmBJ59RE4
https://www.youtube.com/watch?v=gpXeb7lkRBc

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